A lo largo de los complejos papeles que ha interpretado desde 1939, Assia Noris ha pasado de ser un modelo erótico de joven ingenua a unos modelos más complejos y articulados. Una valoración general de la carrera de la actriz sugiere revisar su total adscripción a la fórmula de “chica de la puerta de al lado” para inclinarse hacia un análisis de las múltiples formas de sensualidad evocativa, inocente, en ocasiones reprimida y en otras dispuesta a romper moldes, pero nunca, en cualquier caso, fiel a un único esquema preestablecido.