CONCHITA MONTES
(María de la Concepción Carro Alcaraz. Madrid, 1914-1994)
Fue una actriz especialmente conocida por sus interpretaciones en el cine del director Edgar Neville, del que fue colaboradora y compañera. Destaca en el periodo 1939-1945 por su presencia insólita y sofisticada, y por un perfil de vasta formación intelectual que apunta a una de las figuras más inusuales de este contexto y del cine español en general. Conocida en el ambiente de los 40 por su distinción y su cultura –era licenciada, traductora y crítica cultural-, ofrece al paisaje cinematográfico de la postguerra una belleza aristocrática, de corte más hollywoodiense que mediterráneo. El estilo distante y pétreo de un rostro que evoca las figuras nórdicas del cine norteamericano como Greta Garbo, refuerza este eco. Del estilo interpretativo de Conchita Montes resalta su dimensión intelectual. Lejos del aspecto racial propagandístico y de la poética gestual del folclore y el arrebato, su performance vira hacia la sublimación del gesto apasionado por via de la contención. Su particular dicción vocal, a caballo entre la declamación teatral y le defecto fónico, completa el carisma de una figura del todo inusual en el cine fascista. Hacia los años 60 abandonó paulatinamente el cine para dedicarse al teatro y a la televisión, ya fuera como actriz o como creadora de contenidos, hasta su retiro a principios de los 80. Murió en 1994 después de haber dejado escrito su propio obituario.