ISA MIRANDA
(Ines Isabella Sampietro, Bérgamo, 1909-Roma,1982)
Figura idealizada a través de las potencias del cine en la película que la descubrió como diva, La mujer de todos (La signora di tutti, Max Ophüls, 1934), Isa Miranda fue presentada como la versión italiana de las stars de Hollywood durante los primeros años del fascismo. Una belleza ordinaria moldeada por el deseo masculino, que suscitaba a su paso la atracción erótica. Esta estilización, remarcada por su dominio interpretativo de los ritmos y cambios de estados anímicos, se fue contrastando con un registro más íntimo y realista, que se acentuó tras un breve periodo en Hollywood en 1939-40, cuando sufrió el ostracismo en su regreso a Italia. De esta forma, su obra se fue tramando a través de la tensión entre exposición pública como objeto de deseo -su condición de diva obligada a la representación-, y el anhelo de una vida íntima y personal, una imagen más auténtica y profunda en el que se revelaban emociones melancólicas e introspectivas, propias de una mujer condenada a la soledad y a vivir de evocaciones.